A lo largo de la historia las mujeres han sido obligadas a desempeñar sumisamente los papeles de amas de casa, acompañantes, criadas, etc.

LAS SUFRAGISTAS tuvieron que dejarse arrollar por caballos para hacerse notar y conseguir el derecho al voto. En los sesenta, una era libertaria de mujeres que lanzaban sus sostenes al fuego, la lucha por la igualdad aún no había terminado; de hecho, sólo ahora las mujeres parecen tener suficiente confianza en sí mismas para rechazar la lucha y ser ellas mismas. Para Veronika la desnudez no es una señal de sumisión, sino un acto de dominación: de orgullo y voluntad propia.

La mirada del ojo detrás de la cámara es la que nos enseña a interpretar una fotografía. Es esta subjetividad lo que eleva la fotografía a la categoría de gran arte. Pero el mundo interior del sujeto retratado es igualmente importante cuando se trata de conseguir imágenes memorables.

Cuando hace de modelo, Veronika no sólo está siendo fotografiada, también está lanzándonos un desafío: ¿Eres tan valiente como yo? ¿Serías capaz de hacer lo que yo estoy haciendo en estos momentos?