Lza es una obra en proceso de construcción.

SOBRE SU brazo izquierdo lleva tatuadas tres estrellas rojas con una base de silicona que las hace sobresalir de la piel; en su brazo derecho se ve un jardín tupido con abejorros gigantes; sus pechos son de una cirujía perfecta, con sus pezones rosados adornados con una pareja estrellas. Tiene una carita de duendecillo perdido, con ojos grandes y oscuros que al mismo tiempo echan chispas y denotan una cierta melancolía, y camina con la arrogancia de una modelo en la pasarela.

Empezó a trabajar como modelo a los dieciséis, y desde entonces ha agraciado con su presencia las páginas de las revistas más prestigiosas y las pasarelas de los desfiles más importantes. Cree, como Simone de Beauvoir, que una mujer no nace sino que se hace, y se considera afortunada de no ser un clon salido de un patrón único.

Lza no cabe ni quiere caber en el molde clásico, pero es una prueba de que la excepción hace la regla, y para muchos de los miembros de nuestra página es la Chica Hegre ideal.